Un paso, y otro, y otro más. Ascender a O Cebreiro, el gran pórtico de Galicia, es el gran premio. Miles y miles de seres humanos, con el alma encendida del bordón, subieron al antiguo enclave celta donde aún late el milagro del Grial, rodeado de nieblas eternas. Y solo podría ser allí, en O Cebreiro, donde con la llegada de un nuevo milenio se repetirá el milagro, esta vez bajo la forma de esas humildes balizas, las flechas amarillas, que señalan el antiguo Camino de Occidente por toda Europa. Su protagonista, Elías Valiña, pequeño, cabezota, visionario, uno de los grandes gallegos del siglo XX, nos agasajó con un nuevo Camino para el futuro, haciendo que el viejo grito de aliento vuelva a sonar en todos los cruces: Ultreia!, Adiante!