Ezequiel desde Buenos Aires

Hace unos años se me despertó el interés por la genealogía, y creo yo que se debe en gran parte a mi abuela Teresa. Su mamá Ángela fue quien emigró en 1912 en barco hacia Buenos Aires, dejando en Galicia a su novio Emilio. Carta que va, carta que viene, un día llama Emilio a la puerta sin previo aviso… ¡el resto es historia! Tristemente, Ángela fallece cuando mi abuela tenía 9 años y mi bisabuelo unos años más tarde. Nunca llegué a conocerlos, pero me llegaron a través de las historias de la niñez que mi abuela me contaba desde que tengo memoria. Con las historias también llegaron algunas canciones, como Airiños airiños aires,Xa fun a Marín… y algunos alalás que eran mis canciones de cuna. Busqué ayuda en internet para ubicarlas con pedazos de letras y fue Natalia de Mos quien se cruzó en mi camino y me dio una ayuda enorme. Además de las canciones que encontré y que escuchamos y recordamos con mi abuela aparecieron algunas de Luar Na Lubre. Me fascinó la música y pude encontrar Camiños da fin da terra en una disquería porteña. El disco no paró de sonar en casa.

Al tiempo me gradué y me fui a recorrer Europa en un viaje que me había prometido hacía mucho. Entre los lugares que tuve la suerte de visitar estuvo, por supuesto, Galicia. Fue emocionante dejar el aeropuerto en Santiago y ver pasar hórreos al costado de la ruta: me sentía en una máquina del tiempo. Además de pasar la noche de San Juan en Mos con Natalia, que junto con su marido Marcos fueron mis guías turísticos personales por las Rías Baixas, coincidió que Luar Na Lubre presentaba Ao Vivo en el Teatro Principal de Ourense. Ese día llegué a Ourense y pasé por la puerta de la casa donde nació mi bisabuela, a metros de la Praza dos Coiros (San Marcial) y tras semejante alegría y emoción, a la noche asistí al concierto. Fue un sueño cumplido poder participar de ese espectáculo, acompañar con palmas y animarme a cantar un poquiño en galego también.

Hoy en día cada vez que escucho Camiños… no puedo evitar cerrar los ojos y transportarme a Galicia una vez más… Gracias Luar Na Lubre por acercarme a mis raíces y por nuevos ecos do alén.
Ezequiel González Busquin